Citlali Joyas la fundó Francisco Sánchez Sahagún en 1968 en la ciudad de Guadalajara, México. Aprendió el oficio de su padre y se independizó para abrir un pequeño taller en el que diseñaba y elaboraba joyas de plata inspiradas en motivos prehispánicos que le evocaban la grandeza del México ancestral. El propio nombre de la marca lo encontró en la novela Corazón de Piedra Verde de Salvador de Madariaga donde el personaje Citlali le cuenta historias a Xochitl, la hija del Rey Netzahualpilli.

Francisco eligió la palabra Citlali por su significado -estrella de la mañana- y porque con joyas podría contar historias.
Poco a poco y con mucha paciencia se han ido sumando al catálogo de joyas únicamente diseños originales hechos de plata, todos ellos elaborados con métodos artesanales ya que confiamos en que la mano humana le imprime un sello particular que hace que cada joya sea única.

Rosana Sánchez, hija menor de Francisco, asume en 2011 la dirección general de Citlali Joyas. Ella lo ve como la oportunidad de contar su historia.


Rosana es una mujer reflexiva y sensible que ve motivos de inspiración en situaciones reales de vida; procura conectar con los arquetipos más constructivos del ser humano con la intención de promover el mensaje de una humanidad optimista, sensible y valiente que inspire a quien porte sus joyas a ser cada vez más auténtico.


Los valores como la originalidad, creatividad, honestidad y valentía que vivimos todos los días en la empresa los reinterpretamos en diseños de joyas a las cuales les podemos dar un simbolismo sugerido, con la absoluta certeza de que quien las adquiera les adjudicará el suyo propio.

Tenemos el gran anhelo de que cada persona pueda encontrar, en un símbolo sensible, la verdad espiritual de su ser.

Rosana está comprometida con la nueva feminidad, con la sociedad, con causas importantes, con todo su equipo de trabajo.

Sueña que juntos podemos construir un mundo más compasivo, solidario y amoroso.


Una joya Citlali es la expresión de símbolos universales -con elementos mexicanos-, sinónimo de arte, sensibilidad y trabajo bien hecho.